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Ceguera Digital

La situación actual de confinamiento a nivel mundial, causado por el Covid19, indudablemente ha servido para poner en valor y manifestar la importancia del mundo digital tanto en las empresas como en nuestro ámbito personal. Sin embargo, y es una opinión personal, también ha dejado claro que hacen falta menos “expertos” en transformación digital y más transformaciones reales.

Como ocurre, y probablemente siempre ocurrirá, con muchos otros conceptos el término transformación digital amenaza con convertirse en un “hype”. Una tendencia temporal que sirve de excusa para disimular (y vender) más humo que realidad, enmascarando y empequeñeciendo el valor real del concepto.

En estos días hemos visto a expertos, empresas y medios de comunicación anunciar a bombo y platillo la importancia del teletrabajo y las bondades de la transformación digital. Afirmar que la situación actual ha supuesto una revolución y una evolución en la forma de trabajar.

Un ejemplo que suele ponerse es el uso de la herramienta de colaboración Microsoft Teams. No me entendáis mal, Microsoft Teams es una magnífica herramienta. Igual que muchas otras, en tantos otros ámbitos. El problema casi nunca es la herramienta, es el uso que se haga de ella.

La realidad es que la mayoría de empresas van muy tarde en transformación digital y no estoy hablando sólo de España y Latinoamérica. Es más, muchas de ellas siguen sin entender su importancia, y se muestran reacios a los cambio. Esto es algo que no va a arreglar Microsoft Teams, ni ninguna otra herramienta.

He visto empresas de distribución de productos lácteos realizando el conteo de los pedidos y entregas diarios a mano, con una calculadora. He visto realizar el registro de partes de trabajo de equipos haciendo una foto a una hoja rellenada a mano y mandarla por Whatsapp a una oficina, donde una persona las copiaba en una Excel. He visto añadir y quitar plumas de rellenos de almohadas, pesando cada vez en una báscula hasta que “más o menos” daba el valor deseado. He visto aplicar barniz aislante a mano a las placas que forman el núcleo de un transformador, realizar la medición eléctrica y registrar los resultados en una Excel.

Esto cuatro ejemplos son muy notorios y resulta fácil imaginar una solución digital que mejore el proceso. Pero quizás os sorprenda que son ejemplos reales de cuatro grandes empresas cuyas marcas son referentes en sus respectivos sectores.

¿Qué encontraríamos en el resto de empresas? ¿En cuántas encontramos que el 90% de sus procesos siguen basados en hojas Excel? ¿Cuántas tienen como forma habitual de interacción el email? ¿En cuántas se usan herramientas colaborativas correctamente? ¿Cuántas aplican recursos y priorizan (y no solo “afirman priorizar”) la digitalización de sus procesos?”

Permitid que se me antoje precipitado enarbolar con orgullo la bandera de la transformación digital por haber descubierto Microsoft Teams. Siendo que es una herramienta que, al igual que sus alternativas, lleva tiempo en el mercado. Más aún cuando se está usando, principalmente, como una herramienta para videollamadas, como “Skype más nuevo”.

Proponed crear grupos, subir archivos, usar una Wiki para compartir información, vincularlo con Forms, Power BI, o servicios de terceros. Plantear usarlo como herramienta para gestionar proyectos o departamentos exclusivamente con Teams. Si recibís una respuesta afirmativa, os aseguro que me supondría una alegría personal y una sorpresa inesperada.

Una parte importante del problema es el “bamboleo” de títulos rimbombantes y semi-inventados al que ya estamos acostumbrados en especial en redes sociales. Es bien cierto que en este país tenemos el defecto de la “titulitis”, y muchos sois conocedores de mi opinión al respecto. Pero lo cierto es que, al menos, no todo el mundo puede ponerse “médico” o “ingeniero aeronáutico” o “arquitecto” en el CV. Que, sin significar todo ni mucho menos, por lo menos ya es un primer filtro.

Por el contrario, hoy en día sale “gratis” denominarse “experto en transformación digital” o “experto en tecnologías” o “Business developer madafaka-manager”. Sin acreditación alguna, sin requisito previo. Resulta tan fácil como ponérselo de firma del email (y nótese la ironía de “en el email”).

Con o sin intención estos expertos aprovechan la baja cultura general en tecnología de muchas empresas. Muchas veces estos auto-expertos son de origen interno a la propia empresa. Por comparación, si me desenvuelvo mejor con la tecnología que los que tengo alrededor ¡igual soy un “experto”!. Eso termina en ¡mira qué bonita esta Excel con 4 macros que te he hecho”! Aunque sea con la mejor intención, eso también es parte del problema de tu empresa.

Aquí se me unen los conceptos de “en el país de los ciegos el tuerto es el rey” y “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. En un término alternativo que podríamos llamar #cegueraDigital, que une falta de conocimiento tecnológico, visión para reconocerlo, y voluntad para cambiarlo.

Estoy seguro de que la situación que vivimos dejará algunas cosas positivas desde el punto de vista de la transformación digital. Al menos ha dejado en clara evidencia que no estábamos preparados para abordarla. Si tenéis dudas, preguntarle a conocidos que trabajen en soporte de infraestructuras de IT, para ver qué tal han sido sus últimas semanas.

Por otro lado, y muy a mi pesar, también estoy convencido de que muchas de las lecciones caerán en saco roto y pronto volveremos a los viejos y conocidos demonios de las empresas, representados en la carpeta de red, la omnipresente hoja Excel, los emails y reuniones multitudinarias. No es tan fácil dejar viejos hábitos, y no volver al cálido amparo de tu zona de confort.

Así que, por favor, dejemos de equiparar hacer una video conferencia a transformación digital. Como todos sabemos, la transformación digital es muchísimo más que eso, e implica cambios profundos tanto técnicos como de pensamiento. Pero requiere creatividad, conocimiento y, sobre todo convencimiento, salir de esta #cegueraDigital.