El infill es el relleno interno de una pieza impresa en 3D, que se genera para darle resistencia y rigidez, sin necesidad de utilizar una cantidad excesiva de material.
Imagina que estás imprimiendo un cubo. Si lo imprimes completamente sólida gastarás mucho material, y además tardarás mucho tiempo en imprimirla.
Cuando imprimimos un objeto, no siempre es necesario que sea completamente sólido (de hecho, en la mayoría de los casos, no lo es).
Al imprimir la pieza parcialmente hueca, podemos reducir significativamente el tiempo de impresión y el consumo de material, a la vez que mantenemos una buena parte de la resistencia y rigidez en la pieza.
El infill es importante por varias razones:
- Resistencia y rigidez: El infill proporciona la estructura interna necesaria para que la pieza sea resistente y rígida.
- Consumo de material: Permite reducir significativamente la cantidad de material que utilizas.
- Tiempo de impresión: Reduce el tiempo de impresión, ya que la impresora tiene que depositar menos material.
- Peso de la pieza: Un infill con una densidad baja también reduce el peso de la pieza.
Densidad del infill
La densidad del infill es uno de los factores más importantes a tener en cuenta al hablar del relleno.
La densidad se refiere a la cantidad de material que se utiliza para el relleno interno de la pieza, y se expresa como un porcentaje.
Por ejemplo, un infill del 20% significa que el 20% del volumen interno de la pieza está relleno de material, mientras que el 80% restante está vacío.
Lógicamente, cuanto más bajo sea el porcentaje de pieza que rellenemos con material,
Menor cantidad de material (menos tiempo, menos coste, menos peso)
Pero también, menos resistencia de la pieza
Eligiendo el porcentaje correcto
La elección de la densidad del infill depende de varios factores, como la resistencia que necesitas, el tiempo de impresión y el consumo de material. Aquí tienes algunas pautas generales:
Baja densidad (0-20%): Para para piezas decorativas o prototipos rápidos, donde la resistencia no es crítica. Estas piezas serán ligeras y rápidas de imprimir.
Densidad media (20-50%): Usada en piezas funcionales que requieren una combinación de resistencia y ligereza. Es una buena opción para objetos que deben soportar cargas moderadas.
Alta densidad (50-100%): Recomendado para piezas que deben soportar grandes esfuerzos o impactos. Estas piezas serán más pesadas y llevarán más tiempo y material para imprimir, pero proporcionarán máxima resistencia.
La zona de 70-99% conviene evitarse. No aporta grandes ventajas de material, frente al factor ahorro tiempo / material (debido a los concentradores de esfuerzos).
Por ejemplo, si vas a rellenar al 90%, para eso rellena directamente al 100%
Tipos de infill
Otro parámetro es la geometría del infill que vamos a hacer. Existen varios tipos de infill, cada uno con sus propias características y aplicaciones. Vamos a ver los más comunes:
El infill rectilíneo, también conocido como Grid, es uno de los patrones más simples y comunes.
Consiste en una serie de líneas rectas que se cruzan en ángulo recto, formando una cuadrícula.
Este tipo de infill es fácil de imprimir y proporciona una buena resistencia en todas las direcciones.
El infill de triángulos es similar al rectilíneo, pero en lugar de líneas rectas, utiliza triángulos.
Este patrón proporciona una mayor resistencia que el rectilíneo, especialmente en aplicaciones donde la pieza está sometida a fuerzas en diferentes direcciones.
El infill de hexágonos, también conocido como Honeycomb, es uno de los patrones más eficientes en términos de resistencia y consumo de material
Los hexágonos son una forma geométrica muy estable, lo que hace que este tipo de infill sea ideal para piezas que requieren una alta resistencia con un mínimo de material.
El infill cúbico es un patrón tridimensional que proporciona una resistencia uniforme en todas las direcciones.
Este tipo de infill es ideal para piezas que están sometidas a fuerzas en múltiples direcciones, ya que proporciona una estructura interna muy estable.
El infill Gyroid es un patrón tridimensional muy interesante. Consiste en una serie de superficies curvas que se entrelazan, formando una estructura muy resistente y ligera.
Este tipo de infill es ideal para piezas que requieren una alta resistencia con un mínimo de material.
En general, el más normal y sencillo es el rectilineo. No suele ser necesario cambiarlo.