En el proceso de creación de software existen una serie de fases que se siguen durante el proceso normal de creación. De normal uno no se sienta y “se pone a programar”.
Bueno, puede que cuando lo hagas en tu casa en un proyecto para ti, sí que sea así. Pero si te dedicas a esto de forma profesional, ya sea por cuenta propia o en una empresa, el desarrollo de software se divide en etapas.
Entender las fases de desarrollo de una aplicación es fundamental para desarrollar software de calidad. Y, si te vas a dedicar a esto, para evitar arruinarte en el proceso 😜.
El ciclo de desarrollo abarca desde la concepción de una idea hasta la entrega y mantenimiento de una aplicación. El ciclo se compone de varias etapas interconectadas que abarcan la planificación, el diseño, la implementación, las pruebas y el mantenimiento de la aplicación.
Vamos a ver brevemente cada una de ellas
Análisis y planificación
En esta etapa inicial, se definen los objetivos y requisitos de la aplicación. Se realiza un análisis detallado de las necesidades del usuario, se identifican los posibles desafíos y se elabora un plan de proyecto. Esta etapa implica la recopilación de información, la definición del alcance y la descripción funcional.
Diseño
En esta etapa, se crea una representación visual y estructural de la aplicación. El objetivo es establecer una base sólida para la implementación posterior.
Por un lado se diseñan bocetos (o mockups) del interface de usuario que tendrá la aplicación final. En muchas ocasiones se prefiere que los bocetos parezca claramente un boceto, para que no haya confusión con que aún no son el diseño final.
Por otro lado, se se definen la arquitectura y la estructura de datos. Durante esta fase es posible apoyarse en diagramas de flujo, tablas de relaciones y entidades.
Implementación
En esta fase, se lleva a cabo la codificación del software según las especificaciones y el diseño definidos previamente. Los desarrolladores utilizan lenguajes de programación y herramientas de desarrollo para traducir el diseño en código funcional.
Esta etapa implica la escritura de algoritmos, la creación de clases y funciones, y la implementación de las características y funcionalidades de la aplicación definidas anteriormente.
Pruebas
Antes de poner distribuir nuestra aplicación, lógicamente debemos probar que funciona correctamente. La etapa de pruebas es crucial para garantizar la calidad y el rendimiento del software.
En esta fase se deberán realizar pruebas exhaustivas para identificar y corregir errores, verificar el cumplimiento de los requisitos y evaluar el rendimiento de la aplicación.
Estas pruebas pueden incluir pueden incluir pruebas unitarias, pruebas de integración, pruebas de regresión y pruebas de carga, entre otras.
Despliegue
En esta etapa, la aplicación se prepara para su implementación y distribución. Se configura el entorno de producción, se generan los archivos ejecutables o se despliega la aplicación en servidores web.
También se realiza la instalación y configuración necesaria para que la aplicación esté disponible para los usuarios finales.
Mantenimiento
El mantenimiento es una etapa continua que puede implicar la detección y solución de errores (también conocidos como bugs), la implementación de actualizaciones de seguridad, el ajuste de funcionalidades existentes, o la adaptación a nuevas tecnologías.
Actualización
También es posibles necesitar actualizaciones que agregan nuevas funcionalidades para ampliar la utilidad y versatilidad de la aplicación, ofreciendo a los usuarios nuevas formas de interactuar y beneficiarse de ella.
Estas actualizaciones pueden incluir mejoras en la interfaz de usuario, la optimización del rendimiento, la integración con otras plataformas o servicios, y la incorporación de nuevas tecnologías.